Maggie Nelson nos propone un replanteamiento de la libertad basado más en el respeto a los demás que en una idea maximalista o abstracta. En esta época en que los sectores más reaccionarios de la sociedad hacen bandera de un concepto sesgado de la libertad, distorsionando, manipulando y apropiándose de su significado, parece indicado aplicar una estricta crítica del lenguaje y descubrir que, en el fondo, sean cuales sean las confusiones que provoca hablar de la libertad, esencialmente no difieren de los malentendidos a los que nos arriesgamos al hablar de cualquier otra cosa. Este es el tema básico de este libro, que se aleja de cualquier elucubración metafísica para proponer una filosofía "práctica", en la que el peso de la actualidad no impide la reflexión ni la lucidez, sino que aporta una luz que arranca esa palabra de cualquier supuesto o idea recibida.