Existe evidencia probada de que la planta de cannabis puede ser utilizada para aliviar el dolor ocasionado por enfermedades graves que no dan tregua a quienes las padecen. A partir de su utilización, los pacientes tienen una vida más digna y la posibilidad de seguir profundizando los vínculos afectivos que, muchas veces, también se deterioran frente a circunstancias de enfermedad y, en especial, de dolor.