Éste no es un libro de arquitectura. Es cierto que en sus páginas el lector encontrara profusión de enseñanzas sobre el arte de crear edificios, porque el texto nació como un ensayo sobre conceptos arquitectónicos. Pero en la obra maestra de Ruskin hay mucho más. Para el gran esteta inglés, en la arquitectura estaba “el pri ncipio de las artes”, que el resto de bellas artes, como la pintura o la escultura, debían seguir en “modo y método”. Por eso, al sentar las bases de una nueva forma de entender la arquitectura. Ruskin abrió el camino a una nueva manera de hacer arte.