Para delimitar el nuevo materialismo, Žižek critica y desafía no solo el trabajo de Alain Badiou, Robert Brandom, Joan Copjec, Quentin Meillassoux y Julia Kristeva (por nombrar solo algunos), sino también toda una ristra de conceptos desde la ciencia popular y la mecánica cuántica hasta las diferencias sexuales y la filosofía analítica.