Pitágoras fue un gran reformador, en la acepción más amplia y elevada de la palabra; un espíritu vasto y lúcido que intentó establecer un nuevo orden racional y científico en las costumbres generales del vivir, inspirándose en las leyes inmutables de la Naturaleza. Y para realizar este noble ideal practicó múltiples ciencias, procurando descifrar en la armonía de las esferas o en las matemáticas trascendentales, la física, la biología, etc., los arcanos de la Naturaleza, las leyes que rigen el mundo.