Mientras el terror de la amenaza nazi se extiende por el mundo, un horror primigenio ronda el umbral a nuestro planeta a pocos kilómetros de Perote, donde una excavación arqueológica ha revelado un templo consagrado a Xipe Tótec, “Nuestro Señor el Desollado”, antiguo y sanguinario dios prehispánico de los ancestros mexicas.