El terrible invierno se cierne sobre Peña Fangosa y el caballero Ricardo se ha pescado un resfriado mortífero. Solo hay una forma de escapar al hielo que les atenaza: un crucero, perdón!, quise decir una cruzada.
Rápidamente, Ricardo y Níspero parten hacia Portopocho con el fin de tomar un barco pero como siempre, se pierden y acaban cayendo en las garras de la banda de fray Orondo.