El tema de la responsabilidad social de las empresas representa un asunto de una complejidad propia de los problemas del siglo XXI asentados en la posmodernidad, que han rebasado la mayoría de los paradigmas en que se fincó la racionalidad, y no obstante su esencia simple en apariencia, su estudio exige la colaboración de diversas áreas de la ciencia, demandando una nueva forma de pensar, una mentalidad con fundamentos en una formación humanística/ecológica de los individuos. Hoy día, las condiciones de los mercados locales son extremadamente diferentes de como se encontraban hace 25 años, cuando se inicia la competencia enérgica por los mercados internacionales, la apertura de las fronteras, los acuerdos comerciales como el GATT, el TLC, los grandes bloques geocomerciales, comienza el fenómeno de la globalización, y en el centro de esta dinámica económica la llegada de las grandes corporaciones transnacionales con múltiples efectos en los grupos de interés. Casi a la par toma forma otro fenómeno que viene a condicionar el desempeño de las organizaciones: nos referimos a la emergencia de la responsabilidad social de las empresas que tiene como centro de interés un comercio justo en términos económicos, sustentable y respetuoso de las personas y el planeta.