En El rastro, Antonio Ortuño sigue el ritmo vertiginoso que caracteriza a su obra, dando saltos en el tiempo y el espacio para confrontar al lector con el México donde todo es posible: Paulo, un joven que cursa la preparatoria, desaparece en Casas Chicas y es buscado por Luis, su mejor amigo, y su hermana Sofía. En su busca, Luis y Sofía descubren que el caso de Paulo no es el único; son más los desaparecidos. .