La abuelita de Rabieta tiene una tienda de antigüedades llena de chácharas que ha juntado a lo largo de los años. Cada vez que la visita, Rabieta sabe que le traerá algún regalo interesante. Pero esta vez fue un calcetín. Uno solo. ¿Para qué quiere alguien un calcetín solito? Rabieta descubre que es más útil de lo que parece.