Esta novela nos sumerge en un mundo donde lo cotidiano se funde con lo sobrenatural.
Los mellizos Emilio y María, junto con su madre, Luisa, se mudan a un departamento en las Torres de Mixcoac, en la ciudad de México, sin sospechar que está lleno de misterios ni que un demonio ancestral que gobierna esa región habita el subsuelo de aquella unidad habitacional.