Si buscas un libro que tenga el gusto del pensamiento profundo, libre y poético, lo tienes en tus manos. Léelo despacio, con imaginación, usando las palabras como propias para ir elaborando un discurso íntimo, significativo y, por fuerza, trascendente. Almustafá, el profeta, es el arquetipo de una sabiduría que nace en estratos profundos de la mente, como si el alma de Almustafá tuviera un cercano parentesco con nuestra propia alma y su discurso hubiera sido elaborado por nosotros en un sueño, o en algún momento de lúcida...