Antes de convertirse en el dictador más famoso del mundo, Kim Jong-Il dirigía el Ministerio de Propaganda y los estudios de cine de Corea del Norte.
Era el cerebro tras cada película, el productor y el guionista. Pero él solo no era suficiente, por lo que ordenó el secuestro de la actriz más famosa de Corea del Sur, y su exmarido, director de cine.·