La idea de escribir esta obra no salió totalmente de Saint Exupéry, fue una feliz confidencia. Alrededor de este "cuento para niños", existe una gran anécdota: según gente muy allegada a él, siempre andaba dibujando niños por todas partes, en servilletas, cartón, hojas y menús de restaurantes, hasta que cierto día su editor le preguntó -qué dibuja, la respuesta fue muy sencilla...