Parque México es un rompecabezas construido y ensamblado en el transcurrir de tres lustros. La disciplina del ejercicio diario me insertó en los senderos del Parque, como un elemento tenaz del paisaje. Esas jornadas de catorce horas, repartidas entre mi trabajo de petrolero en PEMEX y el terco reforzar los latidos de mi corazón en el Parque México, abrieron mis ojos aquí y allá para aprehender conocimiento y emoción.