Un divertido libro de suspenso en donde la dinámica de las preguntas y respuestas provoca que los lectores ejerciten la práctica de la deducción y la elaboración de conjeturas. El señor Gaskitt se levanta una mañana, se pone toda la ropa que tiene. A duras penas entra en el coche para ir al trabajo. La señora Gaskitt, que es taxista, recibe una llamada para recoger a alguien en la puerta del banco, pero resulta que el pasajero es un ladrón, y acaba de robar el banco. Ahí empieza una alocada persecución.