AUN EN LAS FAMILIAS MEJOR REGULADAS, SUELEN HABER LÁGRIMAS, RABIETAS, GRITOS Y PELEAS CUANDO SURGE LA COMPLEJA Y PROGRESIVA CUESTIÓN DE APRENDER A ATARSE LOS ZAPATOS, CEPILLARSE LOS DIENTES, USAR UNA SIERRA, HACER LOS TRABAJOS DOMÉSTICOS Y, EN GENERAL, PREPARARSE PARA LA VIDA.