EL DERECHO A LA SALUD, MÁS ALLÁ DE SER UN ACTO DE JUSTICIA SOCIAL, ES UN ACTO DE VOLUNTAD HUMANA ENCAMINADO A PROTEGER, APOYAR, ORIENTAR Y FORTALECER A UNA POBLACIÓN CRECIENTE. LAS MEDIDAS Y ACCIONES QUE TAL DERECHO EXIGE DEBEN DIRIGIRSE, CON ESPECIAL HINCAPIÉ, A AQUELLOS GRUPOS CON MAYOR NÚMERO DE FACTORES CONDICIONALES, VULNERABILIDAD Y RIESGOS QUE ALTERAN SU EQUILIBRIO BIOPSICOSOCIAL: LAS MUJERES EN EDAD REPRODUCTIVA Y LOS NIÑOS.