Una parábola se vuelca en la forma de un significado antiguo. En los evangelios, las parábolas están volcadas en la forma de un lenguaje antiguo ya olvidado.
Hubo un tiempo en que este lenguaje de las parábolas podía entenderse bien. Este lenguaje, el de las parábolas, las alegorías y los milagros, está perdido para la actual humanidad.