El señor Rutin no puede quejarse: tiene una vida apacible atendiendo el hotel El Reno Alegre. En casa lo reciben su bella esposa y sus dos hijos gemelos, que son orgullo. Entonces, ¿por qué últimamente se comporta tan raro? La respuesta es muy sencilla: el señor Rutin se dio cuenta que su vida es muy aburrida.