Después de una crisis económica en los Estados Unidos y América Latina que conllevó a la caída del Partido Demócrata y el Partido Republicano, un gobierno totalitario asumió el poder en los Estados Unidos tras su triunfo en las elecciones, estableciendo una dictadura totalitaria: todos los movimientos políticos han sido cerrados por el gobierno y el país se ha sumergido en un régimen de terror.