Departamentos vacíos, ventanas sin cortinas, paredes blancas. Ir y venir de cargadores que se llevan la vida a otra parte.
La mudanza es la memoria nómada, un trajín del demonio. Once autores cuentan en estas páginas sus mudanzas interiores, mentales, perversas, violentas, trágicas. Escribir es llenar cuartos vacíos.