Según Costica Bradatan, la filosofía no debe ser una rutina académica, sino un arte de vivir, y todo arte de vivir comporta un arte de morir. El autor repasa en este libro pionero las circunstancias de una galería de personajes (Sócrates, Hipatia, Tomás Moro, Giordano Bruno y Jan Patocka) que murieron por defender sus ideas en un momento decisivo.