En la antigua Tenochtitlán, una de las profesiones más importantes y queridas era la de Tlacuilo; consistía en transcribir lo que los sabios veían en el cielo, describir los tiempos de siembra y cosecha, historias mitológicas y todas las cosas que consideraban importantes. En este libro, un pequeño niño nos lleva de la mano día a día narrándonos bellamente de qué trata la profesión de su padre y cuáles son los usos y costumbres de su pueblo. Además, nos contará una serie de sueños extraños que le asustan, en los que un navío llega por el mar y hombres blancos destruyen los códices porque los consideran malignos. Entonces, uno de los códices se salva, el de su padre. Puede verlo viajar hasta llegar a una oscura vitrina donde nadie puede leerlo, nadie puede darle vida a las palabras a través de su voz…