Cornelius vive feliz al lado de su padre, quién es muy amable y comprensivo. El chico acude a una escuela donde se lleva más o menos bien con todos, hasta que su mundo se pone de cabeza son la llegada de Anna Lachs, una compañera que lo trata de la patada. Y lo peor, ¡Su padre pretende que se vaya a vivir con ella!