Es posible apreciar al hombre sin mirar a la naturaleza que lo rodea. El camino humano está construido por miles de historias, de familia, de amor, de entrega, de carencias, de excesos, de sueños, de llanto. En el equilibrio el hombre siempre tendrá a su lado justo lo que necesita, formando así las expresiones, las sonrisas, las miradas profundas y cada arruga que conforman los rostros al paso de los años y al paso de las historias