La metáfora de la piel propone un viaje sensorial a través de las formas. En este, su segundo ?muy esperado? libro, Andrea Saltzman desplaza la mirada hacia el borde: la piel entendida como metáfora, como órgano conector entre sujeto y mundo.
En lugar de centrarse en el producto vestido, escindido del acontecer, el diseño pasa a enfocarse en las interacciones y referir a un espacio creativo entre el ser y su entorno.