El humor de los hermanos Marx sigue siendo hoy tan actual como en los años veinte, y sus películas se han convertido en clásicos y puntos de referencia indiscutibles del género.
La brillantez de los diálogos, la comicidad de las situaciones, y sobre todo el continuo reírse de todos los valores y las instituciones establecidas, son los rasgos que han hecho perdurar sus obras.