Descartes busca establecer una base firme para el conocimiento a través de una serie de seis meditaciones en las que duda sistemáticamente de todo lo que puede ser puesto en duda, con el fin de descubrir algo que sea absolutamente cierto.
En la primera meditación, se reflexiona sobre las dudas radicales, cuestionando la veracidad de los sentidos y la existencia del mundo exterior.