Al comienzo del segundo tercio del siglo xx, en Ohio, Estados Unidos, Alcohólicos Anónimos vio la luz; y numerosas personas, consideradas casos perdidos en el alcoholismo, comenzaron a hallar la solución gracias a un programa concebido y desarrollado por Bill Wilson y el Dr. Bob, sus fundadores, que incluye la meditación y la oración como prácticas necesarias para fortalecer su acción fraterna y la espiritualidad en sus integrantes.