La modelación de las relaciones sociales por efecto de la aplicación de los derechos fundamentales a las relaciones entre particulares, permite alcanzar el último escalón de la eficacia en la normatividad constitucional. El avance del constitucionalismo sobre el ámbito privado no ha estado exento de críticas, que hoy en día a pesar de mantenerse doctrinariamente, ha sido aceptado en el plano jurisprudencial por la mayoría de los organismos encargados de aplicar la justicia constitucional.