Afganistán está devastado por la guerra. El régimen talibán desea regresar al poder y las tropas estadounidenses parecen no distinguir entre el enemigo y los inocentes.
Parvana ha sufrido los atropellos de ambas fuerzas: los talibanes le quitaron todo lo que tenía, y el ejército que pretendía liberar a su país la tiene prisionera como sospechosa de terrorismo.