La propiedad privada, de donde surgió la burguesía desde la Edad Media, constituye uno de los principales promotores de la desigualdad social -riqueza versus pobreza-, con su consecuente división de clases: burgueses y proletarios. El capital, sostienen el autor, debe ser un producto colectivo por la actividad conjunta de todos los miembros de la sociedad, y no exclusividad de la burguesía a través de la propiedad privada.