Mamá Gallina sufre un terrible dolor de muelas. Necesita ir al dentista, pero no puede dejar solos a sus cinco hijos, entre ellos un pequeño cocodrilo. Decide llevarlos consigo, pero como está muy cansada, ¡olvida que las gallinas no tienen muelas! El dentista se ofende mucho y no dejará las cosas así. Por fortuna, el pequeño cocodrilo tampoco.