Un extraño suceso pone a la pequeña localidad de Coldwater, a orillas del lago Michigan, en el mapa: sus habitantes empiezan a recibir llamadas telefónicas de sus seres queridos que ya han fallecido.
El fenómeno genera un gran interés y los medios de comunicación invaden el pueblo, cuyos pobladores, divididos entre crédulos y escépticos, se sienten cada vez más confundidos.