El síndrome de Down es una enfermedad genética caracterizada por una falla en el desarrollo físico y mental de las personas que la padecen, acompañadas de múltiples malformaciones y predisposición a otras enfermedades, sobre todo en la primera infancia. Aunque el potencial del niño Down es limitado, ello no le impide integrarse a una vida familiar y a un ambiente social normales.
El autor busca definir y precisar una técnica de intervención que permita a los profesionales y padres de niños Down contribuir al mejor funcionamiento y máximo aprovechamiento de sus potencialidades.
La intervención está orientada básicamente a lograr una comunicación efectiva y un desarrollo más armónico del lenguaje en el niño Down, con base en un doble principio: la evaluación y la graduación de los aprendizajes.
La convivencia con un niño Down constituye un reto para sus padres y familiares, quienes tienen el deber de descubrir las virtudes del pequeño y las áreas en que se puede dar con mayor facilidad un desarrollo que propicie su integración adecuada tanto a la familia como a la sociedad.