El mito de Procusto, proveniente de la mitología griega, relata la historia de un hombre obsesionado con hacer que sus huéspedes encajaran a la perfección en su cama, bien estirando sus extremidades, bien cortándolas. En el campo del pensamiento, este mito se aplica para referirse a la falacia pseudocientífica que consiste en deformar los datos de la realidad para que se ajusten a una hipótesis; y así es como interpreta Taleb los males que sufre la sociedad contemporánea.
Brillante a la par que irreverente, y con un perfecto equilibrio entre humor y erudición, El lecho de Procusto se abre paso entre las ilusiones y los delirios humanos y nos ofrece una colección de aforismos que contraponen los valores clásicos de coraje, elegancia y erudición a las enfermedades de hoy en día: la falsedad, el "frikismo" y la ignorancia.