Si bien es cierto que el reconocimiento de la paternidad es un procedimiento complicado por el contexto social, que implica que el padre no se ha hecho responsable de su hijo o hijos, el desconocimiento no es un juicio que pueda considerarse sencillo, ya que el hecho de negar la paternidad que ostentada hasta ese momento conlleva afectaciones, incluso de índole psicológico, que pueden recaer en los menores, pero, muy a pesar de esto, el desconocimiento de la paternidad es una realidad que debe ser mediada y resuelta por el órgano jurisdiccional.