La presente obra es una aproximación poco ortodoxa al mundo del derecho, los jueces y la constitución. En esta “miscelánea” el lector podrá descubrir, por ejemplo, que un elefante fue condenado a morir en la horca; alguien reclamó el derecho de propiedad sobre el silencio; un notario expidió un certificado de virginidad; Dios y el diablo han sido demandados; el cadáver de un papa fue sometido a proceso; una mujer obtuvo la propiedad de la luna; un juez redactó su sentencia usando totalmente letras de canciones de los Beatles; una psicóloga fue demandada por “abuso de transferencia”; un hombre alegó en tribunales que unas moscas muertas arruinaron su vida sexual; un tribunal aceptó como prueba absolutoria —en un juicio por homicidio— una carta exonerante dictada por el espíritu de la víctima a un médium; la diarrea ha sido utilizada como argumento jurídico; la toga del expresidente de la Corte Suprema William Rehnquist estaba inspirada en una opereta de Sullivan; un juez dictó sentencia en verso; una egipcia obtuvo el divorcio por el hedor de su marido; un abogado pidió juicio por combate; el Tribunal Constitucional Alemán tuvo que resolver un caso relacionado con agujeros negros; Santa Claus viola la Road Traffic Act de 1998 y su risa es considerada obscena; etcétera.