Memoriza los sonidos o acciones que se muestran en las cartas, que poco a poco irán formando una pila, y si te llega el turno, reproduce la secuencia en el orden correcto. Así que saca pecho, entona tu mejor voz cavernícola hablando el idioma de la Edad de Piedra y prepárate para repetir una serie de gruñidos que podrán ir acompañados de aplausos, golpes sobre la mesa o cualquier otra loca acción que te indiquen las cartas.