la mayoría de las veces, las conductas irregulares de los jóvenes son expresión de lo que la sociedad les ha ofrecido. Por eso, las autoras abogan por una intervención promocional y preventiva, de atención en el propio contexto, de reinserción y global, lo que supone trabajar con las familias y los menores en la red de atención primaria para mejorar sus condiciones de vida en su contexto.