El autor presenta un modelo integrativo y ecosistémico donde la psicología educativa encuentra en aprendizaje común en el cual los aportes de cada una (psicología y educación) se refieren tanto a estrategias para incorporar nuevos contenidos educativos y habilidades para el pensamiento complejo, como a nuevas formas de convivencia y resolución de problemas familiares, que casi siempre son el origen de los problemas educativos; una forma de aprendizaje que integre a todos los miembros del sistema donde haya capacidades de meta aprendizaje.
El siguiente paso hacia la evolución del paradigma es la transición del departamento psicopedagógico de las escuelas a la Unidad de Integración y Asesoría Familiar (UIAF) con una base sistémico educativa.