En un país cuyo nombre no será mencionado, se produce algo nunca visto desde el principio del mundo: la muerte decide suspender su trabajo letal, la gente deja de morir, la euforia colectiva se desata, pero muy pronto dará paso a la desesperación y al caos, sobran los motivos. Si es cierto que las personas ya no mueren, eso no significa que el tiempo haya parado, el destino de los humanos será una vejez eterna.