Los hogares son prácticos, imperfectos, acogedores, cálidos, son únicos y caracterizan a sus habitantes, son singulares. No existe otra casa igual porque esta representa historias distintas, recuerdos específicos, experiencias individuales vividas de una manera personal. Hacer un hogar es como hacer una familia, poco a poco, con cariño, con autenticidad. El hogar es una incubadora donde constantemente están naciendo cosas nuevas.