Desarrollar el sentido de la belleza, afinar sus sentidos, transmitir emociones, encontrar el punto exacto entre la estética y la funcionalidad, son algunas de las aptitudes que debe tener en mente el interiorista al diseñar un proyecto. Dentro de este libro se ilustra la apasionada y constante búsqueda que vivimos para saber cómo y dónde pasamos nuestro tiempo, y así, dejemos plasmado cómo el interiorismo provoca un estilo de vida diferente.