Junto con la reforma penal de 2008 han llovido textos, papeles, conferencias, análisis, comentarios, posturas, entre otros
La mayoría de ellos se han dado al vapor, sin sentido crítico, sin análisis racional
Muchos totalmente ajenos a nuestra Carta Magna
La gran mayoría, penosamente, sin nulo aporte jurídico
Para estudiar el Código Nacional de Procedimientos Penales se requiere hacerlo desde dónde debió partir, desde su origen, su raíz
Se debió partir desde nuestra Constitución Política por mandato de su artículo 133 (principio de supremacía constitucional)
Pero basta adentrarse un poco en el tema para darse cuenta de que son muchas las omisiones, los errores, las inconsistencias, las incongruencias, la timidez de muchos de sus artículos (con todo y las reformas que ya se han dado)
Para explicarse todo lo anterior, es necesario conocer a fondo la Constitución Política, adentrarse en ella, desentrañar su contenido, para así dilucidar los no muy pocos yerros legislativos que conlleva el Código Nacional y ofrecer una solución a la problemática que conllevan