En cualquier situación existen una multitud de posibles cursos de acción. La ruta que el I Ching sugiere es la que seguiría el sabio.
Es también el curso de acción que se halla en sintonía con las leyes de la Naturaleza, con la inevitable moralidad del Universo. En el texto original y en el simbolismo de las ilustraciones de este libro, el énfasis se coloca a menudo sobre las cambiantes estaciones.