La familia como un universo de amor, solidaridad y afecto. Pero, también, como un espacio concentración donde afloran la envidia, las frustraciones y el rencor.
Y en torno a ellas, o insertos en el corazón mismo de sus complejas dinámicas: los perros. A veces se resignan al papel del mejor amigo del hombre que el lugar común les ha atribuido, otras se insubordinan y provocan auténticos motines.