Enclavado en la exclusiva y suntuosa área de Beverly Hill en los Ángeles, california, este legendario hotel de exquisito estilo español se convirtió en el santuario de las grandes estrellas de Hollywood. Sus interiores albergaron a estrellas como Marilyn Monroe, Mary Pickford, Douglas Fairbanks y Rodolfo valentino. Los escándalos y extravagancia del lugar reflejaban la abundancia y el poder de la industria cinematográfica, la fábrica de sueños de américa.