El hombre unidimensional es un análisis de las sociedades occidentales que, bajo un disfraz pseudodemocrático, esconden una estructura totalitaria basada en la explotación del hombre por el hombre.
La obra se basa en dos hipótesis aparentemente contradictorias. De un lado, Marcuse afirma que la sociedad industrial avanzada es capaz de reprimir todo cambio cualitativo.